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9.-Aprendices y maestros.


El esoterismo y el misticismo no son disciplinas que se puedan aprender en una sucesión estructurada de temarios, que en en si mismas no son iniciación, sino que dichos temarios y estudios son los elementos culturales mínimos para entender la vía iniciática. Los conocimientos esenciales para la propia iniciación están siempre en el interior del caminante de la luz, pero sin una base cultural y sin la capacidad interior de reconocer los valores y contenidos esotéricos, la iniciación no existe. La iniciación no se da, se provoca.

Recuerda: la iniciación no se da, se provoca en un espacio y tiempo sagrados, en total libertad y voluntad, cuando el esfuerzo necesario para iniciarse nos compensa como seres de luz y como humanos.

La heterodoxia generada por la multiplicidad de corrientes iniciáticas ha generado a lo largo de la historia diversas formas de provocar la iniciación. Pese a esta heterodoxia, no es difícil clasificar los sistemas iniciáticos en 4 grandes grupos, que son:

·         Iniciación grupal simbólica y ritual.
·         Iniciación grupal participativa.
·         Iniciación individual vertical.
·         Iniciación individual horizontal.

Iniciación grupal.

La iniciación grupal se caracteriza cuando para la iniciación se pone una maquinaria simbólica organizada en grupos locales, provinciales o comarcales, abundan diversas cofradías agrupadas en estructuras mínimas, como los pronaos rosacruces, logias masónicas, templos gnósticos, talleres, etc.

Fundamentalmente hay dos tendencias, las simbólicas-rituales y las participativas.
Iniciación grupal en formato de iniciación simbólica y ritual.

Clásica de las corrientes esotéricas occidentales de corte contemporaneo (posteriores al S. XVI), es la comunicación de de los elementos iniciáticos en un formato grupal simbólico y ritual, consiste en una ceremonia de adopción, en estas ceremonias se parte de una leyenda, un leit motiv, una historia poliédrica donde cada cual es capaz de extraer sus enseñanzas. El iniciando va recorriendo una serie de pasos, grados, círculos etc., siempre basados en esa leyenda o mito.

Las iniciaciones grupales rituales, tienen dos bloques, por un lado, los iniciadores, el grupo de miembros que ya conocen perfectamente el rito, por el otro lado el iniciando o neófito, siendo este ultimo el conducido y el que va recorriendo los pasos donde se le revela el mito a través de la historia, leyenda o mito.

La revelación de mito no es la iniciación, la iniciación se provoca al estudiar el propio mito y extraer sus enseñanzas. Este tipo de iniciación, como hemos comentado, es clásica de la civilización occidental, muy al estilo de las escuelas platónicas y sus principales exponentes en la actualidad son los neotemplarios, gnósticos, masones y otras sociedades de origen medieval

Iniciación grupal en formato de iniciación participativa.

Partiendo de una situación de iniciación simbólica y ritual, este tipo de iniciación se invierte la carga de la iniciación, recayendo en el neófito, este va viviendo el mito, es el quien lo siente y lo recorre, implica su manifestación de su voluntad, en la mayoría de casos son iniciaciones de presentación al templo, o de manifestación de la voluntad de seguir la senda iniciática.

En la iniciación grupal, simbólica y ritual, el neófito es conducido, en la iniciación participativa el neófito avanza por si mismo, no se le conduce a abrir puertas si no que debe abrirlas el mismo. Desde un punto de vista simbólico son iniciaciones mas deslucidas, dado que el neófito no puede encontrarse con una gran carga ritual, pero la contrapartida positiva es la aplicación de su voluntad para cruzar a los mundos sutiles.

La mayoría de estas iniciaciones usan mitos históricos, ambientados en el antiguo Egipto, en los mitos druídicos o similares, son en su mayoría ritos de creación moderna (entendiendo como moderna los siglos XV al XIII), sus principales exponentes son la wicca y el rosacrucismo.

Iniciación individual.

La iniciación individual es la que funciona de maestro a alumno, es la tradicional de la iniciación oriental, donde un maestro convertido por iniciación previa en un ser autor realizado(1) o alma iluminada enseña directamente al alumno de un modo socrático buscando sacarlo de la oscuridad y revelándole la propia iniciación. Hay que notar que en este caso, el axioma que la iniciación se provoca y no se da queda deslucido, pues es el maestro quien impone las verdades reveladas.

Iniciación individual vertical. 

El sistema implica que el discípulo debe ser muy humilde ante él maestro, pues este es quien le guía por la vía iniciática y le ofrece la propia iluminación. Un axioma clásico dice que “la puerta de la iluminación es muy baja, y nadie puede entrar sin agachar la cabeza”

El maestro en este sistema se convierte en gurú, (gu=oscuridad, ru=destrucción, gurú= quien destruye la oscuridad) y el alumno en Rágu, (vacío, al que el gurú debe llenar), el mundo zen, yoguico y oriental en general es el exponente actual de este tipo de iniciación. Es una iniciación muy valida, pero tiene el inconveniente de la verticalidad. El mejor ejemplo de este tipo de iniciación fue la corriente filosófico-iniciática de la escuela cínica.

Actualmente, se ha extrapolado esta modalidad de iniciación a un concepto de negocio que prolifera como las escuelas de yoga espiritual y similar.

Iniciación individual horizontal.

Este tipo de iniciación bebe de las fuentes orientales, dado que funciona de manera directa de maestro a alumno, difiere del sistema gurú-rágu en que ambos se ponen en un plano de igualdad, manteniendo el principio de autoridad que permite la transmisión del saber esotérico y energético y asumiendo para esta matización la idea de la voluntad y de la expresión de la libertad del iniciado de los sistemas modernos participativos.

Iniciación recomendada

Nuestro sistema parte de un leit motiv, una leyenda de grado poliédrica que nos permite mantener un centro de gravedad donde vemos reflejada la realidad y que veremos una pincelada en monografías posteriores, con esa base, la iniciación se provoca directamente, sea por vía de estudio o sea por vía rápida, dependiendo de las condiciones del alumno.

Nuestro sistema, une pues, algunas características de la iniciación grupal en su aspecto de interiorización y conocimientos y una vía horizontal personal para su posterior avance.

Algunas consideraciones .

Las diversas variantes de la trasmisión de la iniciación y del saber esotérico, no son divergentes entre si, ninguna de ellas es mejor ni peor, simplemente están adaptadas al objetivo final de la orden en si misma.

En órdenes donde las iniciaciones son grupales, el grupo tiene a ser lo importante, son las que mas crecen numéricamente y a veces poderosamente con su formato lobby. Por el contrario las ordenes esotéricas con iniciación individual, lo que cuenta es el iniciado y el maestro, son de vocación minoritaria y la fraternidad es directa y no por membresía.

Existen gran variedad de sistemas inciáticos, pero todos ellos pueden clasificarse en estos cuatro modelos. Es interesante que hagamos una reflexión personal sobre los mismos, sus ventajas e inconvenientes.

Lectura recomendada: Formas tradicionales y Ciclos Cósmicos. René Guénon.

(1) Ser autor realizado, es un concepto poco conocido, algunas corrientes iniciáticas entienden que un maestro iluminado no puede ser, por propia iluminación un buen maestro formador. Distinguen con el concepto de autor realizado al maestro que por sus capacidades, puede enseñar correctamente, incluso a maestros superiores en iluminación a el. En la GFB, hacemos esta distinción interna.

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