Hablar
de la masonería es algo complicado, una de las primeras cosas que
hay que decir es que no se puede hablar de masonería como algo
estable y coherente, cada organización masónica, cada logia, cada
grupo masón tienen unas divergencias francamente notables. La
masonería vista con una óptica concreta no tiene recorrido, es
desmentida y contestada inmediatamente por otra organización
masónica.
Por
poner un ejemplo absolutamente relevante, algunas organizaciones
masónicas en Latinoamérica consideran que para ser masón hay que
tener un carácter “viril”, entendiendo como viril: varón,
heterosexual y carácter dominante. Sin embargo en Europa, hay grupos
masónicos que lideran las acciones a favor del matrimonio
homosexual. Como este ejemplo, “a catorce por docena”, por
lo que moverse buscando un sentido a la masonería es un laberinto
irresoluble.
Sin
embargo, deberíamos poder obviar todas las manifestaciones publicas
de los masones y atenernos a su sentido esotérico que es lo que nos
interesa, pero una aproximación al tema nos revela que, tan
distintas son las organizaciones como sus rituales, existiendo
docenas de ritos y cada uno de ellos con una enseñanza esotérica y
esotérica distinta. Tenemos pues que ir a la raíz, a los orígenes
de los ritos y, una vez mas, nos encontramos una dispersión entre
los ritos antiguos y modernos(1)
Para
poder centrarnos en los que nos interesa, vamos a limitarnos a una
pincelada de su historia y al contexto esotérico de uno de sus
ritos, y hemos elegido por su contenido esotérico y rotundidad
iniciática el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Reseña
histórica.
Si
se busca la historia de la masonería nos encontraremos, una vez mas,
con divergencias en las teorías de su origen, desde quienes la hacen
llegar al mito de Caín y Abel (ritos modernos británicos
clericales), los ritos que pretender descender de las escuelas
mistéricas de Ptolomeo (ritos egipcios), los que lo hacen descender
de los gremios laborales de la construcción (ritos antiguos),
incluso de los apóstoles (ritos rectificados o centro-europeos) y
para complicarlo mas, los que lo hacen descender de los templarios
(ritos de Schröder o Zinnendorf).
Lo
cierto es, que en efecto, los masones descienden de los gremios
laborales de la construcción, al menos en cuanto a protoextructura.
No existe dato alguno que relacione la masonería gremial con la
masonería esotérica. Lo que si sabemos es que en los cuarteles
militares de Hamilton (New Castle, Escocia) practicaban un rito
primigenio con el nombre de AGAPA que hace referencia a Agápē (en
griego ἀγάπη)
que es el término griego para designar un tipo de amor
incondicional, reflexivo y razonado donde el que ama no se cuenta a
si mismo y solo piensa en el objeto del su amor, que puede ser a Dios
o a la humanidad. Y sabemos que este rito AGAPA tiene su origen en
los capítulos de gestión de trabajadores de la construcción de los
siglos XI y XII.
Esta
claro que el rito de los militares escoceses de New Castle no era un
método organizado, metódico y coherente de iniciación, por lo que
solo es el paso previo entre la masonería gremial y la esotérica.
De
los practicantes de los ritos AGAPA después de una diáspora una
parte de los integrantes de esta masonería primigenia fundaron una
institución mas científica, la Real
Sociedad
de
Londres para el Avance de la Ciencia Natural,
mas conocida como la Royal Society, deduciendo de este cambio que lo
que realmente se buscaba
era una orden dedicada a la ciencia bajo la premisa de un tiempo
sagrado y ritualizada en base al amor fraternal.
Y
de la Royal Society, nace la masonería, fundada el día de San Juan
de 1717 en una taberna inglesa llamada “El Ganso y la Parrilla”,
a partir de este momento hay suficiente información en la literatura
escrita.
El
Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Hemos
escogido este rito, en adelante REAA, como ejemplo de la mezcolanza
masónica y la dispersión de las enseñanzas esotéricas. Este rito
esta compuesto de 33 grados, cada uno de ellos dedicados a una vía
iniciática distinta y entrelazados de un modo bastante anárquico de
tal manera que solo es comprensible cuando se completa el recorrido
iniciático.
Los
33 grados de la masonería, están pensados para recorrer varias
corrientes iniciáticas en una sola escala, hay grados cabalísticos,
masónicos, bioenergéticos, administrativos, templarios e
incluso rosacruces. Asimismo se subdividen en masonería azul o
básica, roja intermedia, negra superior y blanca dirigente.
La dispersión y la falta de cadena iniciática en la
masonería han hecho que se convierta en una fuente depositaria de
sabidurías, pero los saltos, la inconclusión de las enseñanzas la
han derivado a un club social, dotado de ciertos ritos pero carente
de sentido espiritual.
Hoy
en día hay varios tipos de masonería la política y el club social,
irreconciliables entre ellas y entre estos dos tipos de masónica
indicados una tremenda gama de posiciones intermedias.
Sin
embargo, el sistema masónico tiene cosas importantes para aprender y
asumir, en especial el sentido de equipo, de fraternidad, casi de
familia. La clásica relación fraternal en el mundo iniciático la
han sabido llevar a límites extraordinarios. También es muy
importante la segmentación de saberes tradicionales, en su sistema
de grados, ello permite que un miembro pueda pasar años, incluso
décadas, antes de llegar a ningún conocimiento esotérico, de tal
modo que hasta que no se gana la confianza en un grado no se le
permite pasar al siguiente.
Lectura
recomendada:
Masonería
al descubierto (Del mito a la realidad, 1100-2006) Pepe Rodríguez,
(1)
¿Complicamos la cosa si decimos que los antiguos ritos son mas
modernos que los ritos modernos y los ritos modernos son mas antiguos
que los ritos antiguos?. Hasta este punto llega la complicación de
la aproximación a la masonería.
(2)
el grado Kadosh numero 30, dependiendo la fuente se clasifica como
masonería negra o blanca, incluso se llama “o del águila blanca y
negra”
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