La
tercera etapa importante de la filosofía para la comprensión de le
evolución de las ideas en relación a los conocimientos necesarios
para comprender el mundo esotérico, comienza con el intento de
superación de la crisis de la cultura del siglo XVI(1),
cuando en Europa se abandona la cosmovisión religiosa en la que Dios
es el centro de todo, y permite el paso al renacimiento, el
humanismo, el antropocentrismo(2), en este nuevo
nacimiento de la cultura clásica, el ser humano es centro de la
atención y todos los demás temas pasan a ser secundarios respecto
de éste, ya que nada puede decirse de Dios o del mundo si no se
define antes con claridad qué es capaz de conocer el hombre con
seguridad.
En
este amplio periodo, diversos pensadores ilustraron el camino a la
humanidad. En esta pagina vamos a dar un pequeño repaso a los
empiristas (Hobbes, Locke y Hume), los racionalistas (Descartes,
Spinoza y Leibnitz) y los idealistas (Kant y Hegel), sin olvidar a un
precursor de excepción: Michel de Montaigne
Montaigne
Michel
de Montaigne fue un filósofo, escritor, humanista, moralista y
político francés del Renacimiento, autor de los Ensayos, y creador
del género literario conocido en la Edad moderna como ensayo.
Su
valor en la cultura y en la filosofía fue precisamente la creación
de los ensayos como genero literario, un texto corto que interpreta o
evalúa un tema. El ensayo con diversos nombres es utilizado
recurrentemente en casi todas las corrientes iniciáticas. Estas
monografías son, ciertamente, pequeños ensayos. La masonería usa
los trazados, los rosacruces los boletines etc.
Recordemos:
la expresión de las ideas es
preferible hacerla mediante textos cortos, densos en ocasiones, donde
se expresen de un modo serio y fundamentado, preferiblemente sin
conclusiones, abiertos a la especulación y al debate.
Los
empiristas y racionalistas.
Después
del encaje de Dios en el pensamiento, fue necesario poner los pies en
el suelo y empezar a plantearse una serie de pruebas básicas,
razonadas y estructuradas para separar la verdad de la ficción,
estas pruebas al pensamiento, fueron basadas en la experiencia. El
empirismo ensalza el papel de la experiencia, en especial la
adquirida por los sentidos, en la formación del conocimiento.
El
empirismo nace de Aristoteles, se matiza por Guillermo de Ockam y
son los filósofos británicos Hobbes, Locke y Hume los que le dan
cuerpo.
Los
racionalistas, son filósofos muy cercanos a los empiristas, la
diferencia fundamental es que los empiristas, como hemos comentado,
se basan en sus sentidos y experiencias y los racionalistas en la
reflexión sobre las ideas.
El
racionalismo nace curiosamente como contrapunto al empirismo y no
bebe de fuentes clásicas, lo natural sería unificar estas dos
corrientes, dado que la experiencia unida al razonamiento debería
ser nuestra guía natural. Sin embargo, el pensamiento tiene
connotaciones siempre religiosas y muchas veces políticas, en este
contexto se entiende el empirismo británico y su contrapunto
racionalista continental.
De
estos filósofos, nos interesa especialmente: Descartes.
Descartes
Como
hemos visto en la pagina numero 15 ¿es este mi camino?, es
realmente importante que el neófito dude de su propio camino
espiritual, y para la duda, no hay nada mejor que reflejarse en las
impresionantes deducciones de Descartes.
Descartes,
buscando deshacerse de la fe impuesta en el medievo y a la vez
desmarcarse de los empiristas ingleses, se preguntó sobre qué es
aquello de lo que podemos tener certeza, aquello de lo que no podemos
dudar: ¿que es la verdad?
Descartes
entendía que la única manera de dilucidar una duda era llevándola
al extremo, y la duda extrema la usaba como método para alcanzar una
certeza, a partir de la cual, se pudiese reconstruir el edificio de
la verdad. De ahí que, para recorrer este camino de búsqueda,
decidió rechazar como falsa toda afirmación que no fuese indudable:
“Por cuanto la razón me convence de que a las cosas que no sean
enteramente ciertas e indudables debo negarles crédito con tanto
cuidado como a las que me parecen manifiestamente falsas.”
En
su búsqueda de la verdad a través de la duda empezó poniendo en
duda, como no, los datos sagrados de los empiristas, los datos de los
sentidos: “He experimentado varias veces que los sentidos son
engañosos, y es prudente no fiarse nunca por completo de quienes nos
han engañado una vez.” Incluso juega con la idea de que los
sueños, usándolos de ejemplo, que son percibidos por los sentidos
cuando no son reales, en consecuencia todos los datos de los sentidos
no tienen cabida y hay que dudar de ellos
Posteriormente,
Descartes intenta demostrar una existencia divina a partir de la idea
de la perfección en nuestra propia conciencia, si somos imperfectos,
por que dudados, la idea de perfección no puede ser humana si no que
debe provenir de un ser que sea efectivamente perfecto, de Dios. Y si
Dios es perfecto no puede ser engañador y no puede habernos hecho de
modo tal que nos confundamos sistemáticamente cuando creemos estar
en la verdad. (Argumento similar a los de Tomás de Aquino)
Del
mismo modo que Aquino, llegó a la conclusión de una Tradición,
pero en vez de mirarla cósmicamente, la miraba individualmente,
pensaba que estamos compuestos de dos esencias la pensante y la
extensa. Y como el ser humano es ambas a la vez, su planteamiento cae
en la dualidad. Descartes tuvo grandes dificultades para explicar
cómo interaccionaban estas dos substancias en el hombre. Buscando
una solución, apeló a un descubrimiento reciente para su época: la
glándula pineal. En ella se daría esta unión y relación entre la
substancia extensa del hombre (cuerpo) y su substancia pensante
(alma).
Y
no andaba muy equivocado. Lo estudiaremos con los temas de
bioenergía.
Recordemos:
la duda es la madre del conocimiento, no podemos admitir el dogma,
los sentidos pueden engañarnos, los pensamientos también, el
verdadero conocimiento es saber que se sabe y saber que no se sabe
distinguiéndolo pasándolo por el tamiz de la dud
Para
comprender nuestro mundo actual y como base a la monografía
dedicada a la filosofía contemporánea y no en menor medida a las
monografías dedicadas a las leyendas caballerescas, vamos a recordar
Hegel, el primer gran filosofo después de la etapa del renacimiento,
hay que situarlo en el contexto de finales del S. XVIII y principios
del S. XIX, en una etapa post-revolución francesa.
Hegel
No
podemos comprender nuestro mundo profano actual, sin hacer una
referencia a Georg Wilhelm Friedrich Hegel, este filosofo fue, sin
ninguna duda, el filosofo global de nuestro mundo contemporáneo. Su
obra, inspiro nuestro pensamiento político del siglo XX, baste decir
que inspiró a Kark Marx y sus tesis comunistas, a Hitler y sus tesis
nacionalsocialistas aunque no podemos sustraernos a sus influencias
en filósofos, políticos y actores sociales como Stirner, Hill
Green, Watson etc.
En
general, las tesis de Hegel, se basan en la imperfección del
individuo y en la supuesta perfección de un sistema de organización
social superior, Hegel es el ultimo intento de sustraer la libertad
individual para sustituirla por una libertad colectiva que dio lugar
a los totalitarismos del siglo XX.
Hegel
es importante por que sus detractores, nos llevaron al pensamiento
moderno de libertad, como veremos en la próxima monografía.
Recordemos:
las decisiones que tomamos en nuestra vida son, en cierto modo,
hegelianas o anti hegelianas, dado que Hegel plantea que las acciones
deben estar encaminadas al bien común y los antihegelianos que deben
estar encaminadas al bien personal.
Es
absolutamente necesario que nos plantemos nuestra relación con el
entorno ¿que concierne a la sociedad? (todo diría Hegel) y ¿que
concierne a nosotros mismos?. Del mismo modo que hablábamos en su
momento de espacio sagrado y espacio profano, tenemos que plantearnos
que parte de nuestras decisiones son condicionantes sociales y que
partes son decisiones personales.
Hegel
nos dice que todo debe estar sometido al bien común ¿pero seríamos
libres?
Recordemos:
valorar bien en vosotros mismos, vuestras acciones y decisiones
¿Cuales y cuantas están motivadas por el entorno y aparato social y
cuales y cuantas son realmente vuestras acciones y decisiones.
Lecturas
recomendadas:
Ensayos
de Michel de Montaigne, libro online
Discurso
del método, René Descartes.
(1)
En el siglo XVI se produce una crisis general (cultural, religiosa,
económica, artística)
(2)
ver tema numero 6.
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