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10.-El buscador en el mundo profano


Hemos hablado de ciertos comportamientos que se esperan de una persona que desea ser un iniciado: la discreción, la libertad de conciencia y pensamiento, las relaciones confluentes, etc., todas ellas van orientadas a una actitud en la vida que nos permita una cierta estabilidad y encontrarnos centrados en un mundo profano eminentemente caótico.

Los estudios esotéricos, muchas veces aburridos por extemporáneos y fuera de la circulación de la vida diaria, nos darán un carácter distinto y distintivo. Permitámonos una expresión mundana: Somos bichos raros.

Si pretendemos seguir con la evolución personal, ética, espiritual que nos ofrece la vía esotérica, cada vez seremos mejores personas y cada vez más, nuestra actitud provocara una reacción, como la de una piedra arrojada a un estanque, generando olas de quietud espiritual. Nuestras acciones, palabras, actitudes y expresiones afectivas serán ejemplo de nuestros semejantes.

Nuestros hijos serán un poco mejores al aprender de nuestro ejemplo y los hijos de nuestros conciudadanos se contagiaran de nuestros hijos, seremos la voz serena en las reuniones vecinales.

¡Es nuestra responsabilidad!.

Como vimos anteriormente, es importante elegir la modalidad iniciática.

Recordemos: Las diversas variantes de la trasmisión de la iniciación y del saber esotérico, no son divergentes entre sí, ninguna de ellas es mejor ni peor, simplemente están adaptadas al objetivo final de la orden en sí misma.

La elección de una vía esotérica, implicará una consecuencia que es la modificación de nuestra relación con el entorno, cambiará nuestra situación en el mundo profano.  

Recordemos: Ser un iniciado sirve en primer lugar ser mejor ser humano y en consecuencia ser un miembro mejor de la sociedad. Los conocimientos del sentido de la vida, de otros planos existenciales, de la filosofía básica, no son nada si no tienen aplicación. La aplicación es ser servidor de nuestros semejantes.

La aplicación de las enseñanzas derivadas al dominio de uno mismo, por medio de un estudio progresivo y de la aplicación práctica de lo que aprendemos, además de convertirnos en Maestros de nuestra propia vida profana, pretendemos desarrollar nuestras facultades superiores, así como a comprender la relación que hay entre los Seres Humanos, el Cosmos, la vibración energética así como las Leyes que lo rigen.

En el mundo esotérico, en sus planos intelectuales, filosóficos y energéticos buscamos aprovechar el inmenso potencial interior y liberándonos de tensiones, conceptos erróneos y enfermedades del pensamiento que, de una forma sutil o violenta, envenenan nuestro vivir y nos privan de la paz interior.

Estas razones nos llevan a mutar hacia una nueva forma de ver el mundo y la existencia de un modo personal y no dogmático ya que no nos imponemos ningún modo de vida concreto(1) ni se tiene que seguir recomendaciones de superiores(2). Esta nueva forma de ver el mundo, implica el deseo de trascender hacia otros planos de la existencia: La elevación espiritual y el plano astral.

Posiblemente una de estas dos situaciones relatadas, la evolución personal, ética, espiritual y la evolución hacia otros planos de existencia (astral) sean las motivaciones más importantes que hayamos tenido para estar en este camino.

Recordemos: La evolución personal, ética, espiritual es absolutamente necesaria para la evolución hacia otros planos de existencia




(1) En el mundo esotérico es clásico la imposición de modos de vida, vegetarianismo, meditaciones, abstinencias etc.
(2) La iniciación se provoca, no se da, por lo que el buscador de la luz es su único real Maestro.

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