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25.-Blavatsky , Guénon, Evola y Roso de Luna



De entre los pensadores más importantes de la cultura esotérica occidental, hemos optado por hacer una semblanza de H.P Blavatsky, René Guénon, Julius Evola y Mario Roso de Luna sin perjuicio de otros pensadores que también reseñaremos al final de esta monografía.
Helena Blavatsky
Helena Blavatsky, se llamaba en realidad Helena Von Hahn, el apellido  Blavatsky es el apellido de su primer marido. Fue una pensadora rusa, nacida en la actual Ucrania, lo que sabemos de su vida es lo que ella misma cuenta y en sus relatos mezcla la realidad con la creación de una serie de mitos para fundamentar su doctrina.

Blavatsky abandono a su marido y acompañada del masón Albert Rawson, relata que viajó por varios países, cuenta que encontró a Mahatma M.(1) en Londres y que este la inició en esoterismo oriental. Posteriormente viajo a Canadá, México, EEUU, India y Tíbet y al menos 15 países más. Cuenta que en el Tíbet, su formación esotérica fue matizada y elevada por el maestro KC., o maestro Koth Moi (2).

Funda la Sociedad Espirita, dedicada a la mediumnidad y al espiritismo, el grupo no duró mucho tiempo, al estar contaminado de varios falsos médiums. Posiblemente la Sociedad Espirita estuviera basada por las ideas de Allan Kardec(3) y que este, en realidad, fuera la inspiración del personaje Mahatma M.(1)

En 1874, recala en Nueva York y casi de la nada, en menos de un año conoce convence al coronel Henry Olcott y al abogado William Quan Judge y junto otros(4) crea la Sociedad Teosófica el 7 de septiembre de 1875, posiblemente el masón Albert Rawson tenga mucho que ver en la facilidad de conseguir los contactos y las relaciones necesarias para poder crear esta asociación.

Blavatsky publicó su primera gran obra, “Isis sin velo”, un libro que trata de la historia y del desarrollo de las ciencias ocultas, la naturaleza y el origen de la magia, obra que aun hoy en día incluso con todas las controversias, errores, concepciones incorrectas, es la base de los estudios Tradicionales del esoterismo occidental.

Posteriormente, cuando la Sociedad Teosófica empieza a ser contestada y sus seguidores se dan cuenta de ciertas incongruencias en la doctrina, comienzan, a modo de buscar una verosimilitud mística, las afirmaciones de iluminación telepática y otras tesis inasumibles por extraordinarias, este hecho provoca muchas bajas de la Sociedad Teosófica. La constestación a la doctrina le provoca a H.P. Blabatsky una sensación de desazón comenzando el declive de su prodigiosa mente. Desde dentro de la Sociedad, comenzo una lucha de poder con otra teósofa, Alice Bailey afirmando ambas que la verdadera doctrina esotérica la recibían telepáticamente de un lama tibetano llamado Djwhal Khul(5)

Recordemos: Blavatsky, pese a lo controvertido, los debates sobre la veracidad de sus afirmaciones e intenciones, es la autora de la obra de referencia sobre esoterismo Tradicional europeo, veremos como ha sido contestada y matizada.

René Guénon
René Guenón, fue un matemático nacido en Francia en 1886 y que murió en El Cairo en 1951. Es conocido por sus publicaciones de carácter filosófico espiritual y su esfuerzo en pro de la conservación y divulgación de la Tradición Espiritual.
Sus estudios tradicionales se inclinaron rápidamente en el estudio de las corrientes orientales sin dejar nuca sus pertenencias y querencias al esoterismo occidental (masonería)(6). Sus tesis daban vueltas a la idea de que el esoterismo occidental, en especial el teosófico, estaba corrupto, entendía que todo lo europeo era básicamente incorrecto, deslavazado e incluso sin una coherencia, siempre hablando desde presupuestos metafísicos y no ideológicos ni políticos.
Recordemos: Guénon consideraba que el esoterismo oriental era más puro, más intenso y más perfeccionado que el occidental.
Sus últimos años de vida los pasó en Egipto, para profundizar en el conocimiento del mundo tradicional islámico, religión a la que se convirtió siendo conocido en los círculos del sufismo egipcio por el nombre de Abdul Wahid Yahya.
Su lucha por la incorporación de los conceptos orientales a occidente, tuvo como resultado mas claro la difusión de la bioenergía hinduista en los caminos iniciáticos tradicionales europeos.
La conclusión última de su obra (contenida principalmente en “El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos”) es que la condición del mundo moderno testimonia el fin del ciclo actual de la humanidad, algo que señalan simbólicamente los mismos términos Oriente y Occidente (en particular éste último, tomado por nuestra misma civilización para auto-denominarse, lo que no deja de ser llamativo). René Guénon encuentra la prueba de esto en la desaparición progresiva de la Tradición dentro de las sociedades occidentales.
René Guénon se esfuerza por desmontar en el mundo esotérico a cuantas organizaciones iniciáticas pugnan por tener una supremacía espiritual, a las que atacaba, atribuyéndolas una falsa doctrina por ignorancia de la verdadera Tradición esotérica, sin embargo, respetó siempre a la masonería, al teosofísmo -al menos sus tesis y no a la Sociedad Teosófica- y sobre todo mantuvo una comunicación fluida e intercambio de ideas con su par tradicionalista Julius Evola. Las cartas entre ambos son una mina de saber esotérico.

Recordemos: Guénon es quizás el pensador mas lucido, mas preciso en sus textos y mas prolífico, es indispensable para conocer el pensamiento esotérico, la iluminación occidental, cierto es, que es un autor denso, difícil de leer, con un lenguaje que las traducciones son pobres y carentes de genio del autor.Es el responsable de la fusión y a veces confusión del esoterismo occidental y el oriental

Julius Evola
Julius Evola fue un pensador e ideólogo nacido en Roma, en 1898 y fallecido en 1974, su verdadero nombre era Giulio Cesare Andrea Evola, fue reconocida figura aristocrática de la derecha política tradicionalista italiana(7) y autor de decenas de obras esotéricas.
Dejando al margen sus ideas políticas, algunas de ellas absolutamente rechazables(7), Evola, critica la sociedad moderna al entender, como Guenón, que ha perdido la Tradición esotérica y en consecuencia necesita una reorientación.
Su concepción de la sociedad era una mezcolanza entre la tradición esotérica y ciertos valores que socialmente pueden ser controvertidos como la supremacía de la aristocracia y la realeza, la virilidad como condición a la iniciación o la unión del ideal caballeresco con la simbología autoritaria.
Evola define el conocimiento esotérico de un modo muy preciso y su concepción del hombre era que estaba en involución, sin embargo tenia la clara potestad necesaria para conseguir su total Despertar(8) interior, regenerar el ser humano con una serie de valores para crear un hombre superior –aunque lo asimilara a la aristocracia-, para este Despertar, su camino era fundamentalmente el estudio del esoterismo y las practicas sexuales sagradas, destinadas a descubrir la naturaleza profunda, superior y trascendente, buscando la clave de su sentido en el universo del mito y de lo sagrado (la mujer, según Evola, solo es un instrumento).
Para Evola la Tradición esotérica nos lleva a un ser humano total, absoluto y en una integridad que le permite su unión con el cosmos cuando se consigue “Despertar la semilla de la Eternidad” que, según defendía, estaba en todo hombre –para Evola “hombre” era tanto ser humano como varón-.  Somos, pues, portadores del Principio Superior y nuestra tarea es despertarlo.
A Evola, le debemos como gran aportación a la iniciación y al mundo esotérico, el concepto de regularidad y el de vocación de iniciado.
La regularidad es la característica que un conocimiento esotérico ha sido trasmitido de maestro a alumno desde su origen, una cadena interrumpida de transmisión que continúa en el tiempo a través de representantes reales, remontándose hasta la "tradición primordial", evitando axial los falsos maestros y las doctrinas espurias.
Recordemos: Evola propone que la iniciación ha de provocarse dentro de una organización iniciática regular 
Evola propone unas características al candidato a la iniciación necesarias para obtener la iniciación, estas características conciernen a la presencia de una aspiración precisa, digamos una vocación, también incorpora a esas características, -y no lo compartimos-, una pulcritud física, rechazando a quien no tuviera un aspecto “perfecto” así como la comprensión de los estados superiores del ser, establecida por medio de la transmisión de influencias espirituales.

Mario Roso de Luna.

Roso de Luna fue un abogado español, nacido en Cáceres en 1872 y fallecido en Madrid en 1931, conocido por su aportación en la recopilación de grandes obras esotéricas y por las primeras criticas al sistema de iniciación teosófica.
Como teósofo, realizó una labor divulgativa extraordinaria, fue el traductor de las obras originales del teosofísmo y aportó textos propios y libros completos, su obra se conoce como la “Biblioteca de las Maravillas”.
En 1928 junto con su amigo Eduardo Alfonso y después de una reflexión sobre el teosofísmo y sus desviaciones doctrinales, en especial, la fuerte influencia del deísmo y la extraña adopción de Jiddu Krishnamurti como “Instructor del Mundo” dentro de la sociedad teosófica, fundan la SPI (Schola Philosophicae Initiationis), su argumento era “una reacción contra la inestabilidad e indisciplina de la Sociedad Teosófica, a modo de crisol donde se ha cuajado el concepto de ordenación mental que debía haber regido siempre a la Sociedad Teosófica”.
Roso de Luna, rompe con la idea que el teosofísmo nace con H.P. Blavatsky y remonta sus orígenes a Ammonius Saccas (ca. 175 - 242) un filósofo de Alejandría del siglo III, con frecuencia considerado el fundador de las escuelas modernas de iniciación. Roso de Luna se adelanta aquí al concepto de regularidad iniciática de Evola marcando la línea de trasmisión del pensamiento esotérico de la antigüedad hasta nuestros días.
Roso de Luna, revindica la transmisión esotérica de maestro a alumno, trasmitiendo las enseñanzas verbalmente, enseñando la filosofía con cierto misterio y hermetismo, encargando a sus discípulos el secreto y el silencio.

Nota: Estando de acuerdo con Roso de Luna casi en su totalidad, no obstante, entendemos que los cursos y ciclos iniciáticos se pueden dar sin necesidad de que el maestro sea una compañía presencial, aunque si debe existir cierta relación personal

Recordemos: Genón nos enseña a buscar la pureza, Evola a mantener esa pureza en los cánones regulares de la Tradición iniciática y Roso de luna a tratar la iniciación como un hilo conductor común desde la Tradición antigua hasta la actualidad, sin sincretismos.

Otros pensadores importantes
Vicente Beltran Anglada, José Xifré, James A. Long, Vernon Harrison, Carmen Yombina, Randell C. Grubb, C.W.leadbeater, Jiddu Krishnamurti, Annie Besant.





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