Hablábamos
sobre el silencio del aprendiz, de carácter personal enfocado a la
reflexión, el silencio está en su faceta profana, íntimamente
asociado a la discreción del buscador de la luz.
Por
su propia naturaleza, existen asuntos que son de carácter íntimo.
Si lo reflexionamos, comprobaremos que sentimos un cierto malestar
cuando algunos temas privados salen a la luz. No por que estos sean
poco delicados o innobles, simplemente por que pertenecen a una
esfera de nuestras vidas que no es pública.
La
vía iniciática es eminentemente íntima, no puede ser pública, se
circunscribe en lo mas profundo de nuestro ser, a un nivel donde solo
podemos encontrar otras facetas de nuestra vida que también
consideramos reservadas o íntimas, entre ellas; los sentimientos,
las relaciones afectivas, la familia, el sexo, la higiene, la propia
imagen y el honor.
Recordemos:
del mismo modo que para la evolución espiritual generamos un tiempo
y espacio sagrados, en nuestra vida generamos tiempos y espacios
dedicados a asuntos que consideramos privados, íntimos o reservados
a una esfera concreta de relación.
La
discreción se manifiesta con rotundidad en las etapas del camino de
perfección espiritual donde la presencia, la ritualización o las
experiencias son la vía del despertar iniciático. En los ritos y
experiencias, se celebran ejercicios de naturaleza simbólica que se
embeben con nosotros con una fuerza que atraviesa los sentidos
cognoscibles y se graban a fuego en nuestro interior. Son secretas(1)
por que es imposible transmitir verbalmente lo aprendido en un
ritual, en una práctica personal, es una vivencia y por lo tanto
intransferible.
Pero
es mejor dejar las vivencias, experiencias, ritualizaciónes y las
practicas para un futuro, si llega el caso.
El
neófito debe ser discreto por varias razones:
La
primera de las razones se explica en que los neófitos no están
preparados para hablar o mostrar la senda iniciática, una venda
cubre sus ojos e incluso los aprendices con más formación, no
tienen conciencia del trayecto, sólo lo han iniciado.
Los
neófitos pues, no deben intentar expresar su camino con profanos.
La
segunda de las razones, es que para la verbalización de los
sentidos y sentimientos es necesario racionalizarlos, en consecuencia
es intentar traspasar una parte del espacio sagrado al espacio
profano. Lo espiritual se embebe, se inocula, no se asienta en
nuestra mente por el análisis.
Recordemos:
Toda la vivencia esotérica se circunscribe al espacio y tiempo
sagrados. La consecuencia inmediata es la dualidad existencial, entre
el ser profano, miembro de nuestra sociedad y nuestro tiempo, sujeto
a las tensiones de la cotidianidad y el ser espiritual que tiende a
una vida mejor, mas esclarecida y sabia en su humanidad profunda.
La
tercera y ultima razón, la dejamos para la reflexión
individual, para lo cual hemos elegido una frase tomada de la biblia
cristiana: “No deis lo santo a los perros; ni echéis vuestras
perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan
y os despedacen.” (Mateo 7:6). (Nota:
Cuando hablemos de reflexión individual, son frases destinadas a que
las pensemos largamente, las analicemos e intentemos interiorizarlas,
con el consejo implícito de buscar información adicional sobre el
sentido de la frase)
No
debemos olvidar, nunca, que la discreción ha sido un arma definitiva
para custodiar y transmitir los conocimientos esotéricos, que la
tradición iniciática los ha considerado reservados sólo para
quienes han sabido superar ciertas limitaciones del espíritu y del
alma, de la mente y la materia, y que en consecuencia se consideran
confiables para poseerlos.
Recordemos
siempre: que existen ciertas verdades eternas, las que llamamos la
Tradición, que a lo largo de los siglos han sido custodiadas y
enseñadas por los Grandes Iniciados con el propósito de
perfeccionar al hombre y virtualmente mejorar la condición del
género humano mediante su autonomía e independencia intelectual,
espiritual y moral.
Recordemos:
toda la vivencia esotérica se circunscribe al espacio y tiempo
sagrado, su consecuencia es que el avance iniciático es de índole
personal e íntimo y por lo tanto es necesaria su protección ante el
mundo profano.
No
hagamos de la discreción un asunto baladí o bagatela, es un asunto
de profundidad filosófica e iniciática, abrir las enseñanzas
esotéricas al mundo, la posibilidad de que cualquiera pudiera
acceder a ellas sin la vocación o la llamada que todos hemos
recibido, sin un proceso formativo ordenado sería su descomposición
por profanación.
Es
importante mantener la esencia iniciática, quizás pueda parecer
lento, aburrido y en ocasiones pueril, pero es fundamental para
generar la hermandad iniciática que nos es debida y de la que
hablaremos posteriormente.
Sin
embargo la discreción no es anonimato, el buscador debe darse a
conocer por su palabra, su pensamiento y su acción.
(1)
Este es el origen del significado de “sociedades secretas”, en
realidad rara vez lo son, pero, la característica de vivencia
personal hace imposible su expresión, aparentando un secreto que no
es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario